sábado, 9 de abril de 2011

En pocas palabras...

El que Dios sea incongnoscible, sólo nos asegura siglos y siglos de interminable estupidez: dialogada y escrita.

Jonatan Frías.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Leo y leo esta frase y no la termino de entender, pues dices que el que no conozcas a Dios te lleva a siglos y siglos de estupidez: escrita y dialogada. Entiendo esto como sigue: si conoces a Dios, entonces, la estupidez se termina: dialogada y escrita. Estoy confundido; además, es "incognoscible" (grave falta de ortografía).

Jonatan Frías dijo...

Gracias por la correción ortográfica, la verdad es que poca atención guardo en esos detalles, aunque suelo corregirlos cuando me los señalan. No supongo que conociendo a Dios se termine la estupidez, no quiero citar a Einstein, ya esta muy sobaqueada, gastada y demás, su frase al respecto; lo que digo, es que el día que aceptemos la verdad, que podamos "saber" a Dios, sin importar si "es" o no, ese día podremos dejarlo atrás. Dios ha dejado de ser útil desde hace miles de años. Parto del entendido que la idea de Dios tuvo una gran utilidad, como la gran explicación del mundo. Sólo atraves de la idea de Dios el hombre pudo entender y relacionarse con su mundo, y de eso, ya pasarón algunos añitos. A mi me importa un carajo si existe o no, discutir eso me parece ocioso, pero la idea de una inteligencia superior y creadora, determina sustancialmente la conducta moral y cultural del hombre, y eso sí me afecta. Me afecta que una turba de retrogradas, retromoralistas, bestias analfabetas, salgan a opinar con el pretexto de que "algo" superior a nosotros, dijo que "esto-era-así". Otra vez, Dios no es el tema, como ya lo dije, me importa un carajo y es ocioso, pero los pendejos que se abanderan con esa idea, presidentes, jefes-religiosos, pseudo-lideres de opinion y demás, toman decisiones y se toman atribuciones que no les corresponden. Eso jode mucho. Cómo desearía que pudieramos conocer la verdad sobre Dios, fuera de los escuetos silogismos teológicos, sin Spinoza, kant, Schopenahuer, Nietzsche, Dostoievski, Freud y demás. "Saber" a Dios de una vez por todas, sin retoricas de monos tipo San Agustin, Aquino, y cofradía, para dejar el tema atrás y de una vez por todas, vivir, concientes de que nuestros actos son sólo nuestra responsabilidad y de nadie más. Perdón el choro tan largo, creo que era necesario. Hay cosas que se dicen en pocas palabras, pero no se pueden explicar así.