sábado, 5 de febrero de 2011

La ciudad de las luces - Le concert

Por alguna razón que desconozco, pero que agradezco, mi cinegula ha vuelto. Hacía unos meses que poco cine me había sentado a ver, fuera de mi semana Lynchezca -que por el número de entradas que sigue teniendo veo que fue un éxito- poco o nada había visto, y justo hace un par de semanas, David Lynch cumplió 65 años y pensé en escribir algo al respecto, pero dada la cercanía de mi anterior entrada sobre Mullholland Drive y que me encontré con ese texto tan cómico -al menos para mí, dadas las circunstancias en que lo escribí, hace muchos años-, pues decidí compartirlo con ustedes en lugar de escribir otra vez sobre éste director que tanto admiro. Pero estas semanas he visto mucho cine, de todo tipo, incluso me senté a ver películas que no me atrevo a confesar en público, pero también tuve la oportunidad de ver todas las peliculas nominadas al Golden Globe por película extranjera y ahora estoy haciendo lo mismo con las nomindas al Oscar, referente a eso, estoy reservando una entrada para, llegado el momento de la entrega, hablarles de la película que SI debió representarnos en los premios de la Academia y no esa chingadera que está de Gónzales Iñarritu. En fin, el caso es que me la he pasado sentado frente a mi tele y quiero comentar dos películas: La ciudad de las luces y Le concert.


La ciudad de las luces, está cumpliendo 80 años y no sólo son 8 décadas de una película grandiosa, sino del paso de un universo cinematográfico que ha desprendido todo el cine mudo. Cuando uno se sienta a ver las películas de Chaplin o Buster Keaton, dos de los más grandes cómicos de la historia, junto con Cantinflas (México), Marceu (Francia) y Toto (Italia), es imposible imaginar cosas tan grandiosas como Lo que el viento se llevó, Casablanca, Dr. Shivago, 2001: Odisea del espacio, El Padrino, y tantas más que han hecho del celuloide uno de las muestras artísticas más solicitadas y admiradas por la mayor cantidad de gente.

Esta película (La ciudad de las luces, 1931) es sin lugar a dudas, una de las películas más bellamente dirigidas de la historia, Chaplin hace un uso magistral de las luces, la cámara, la dirección. La perfección es lo que se buscaba, se sabe que la escena donde la florista lo confunde con el millonario, se grabó cientos de veces. Imaginen lo que costaba en aquel entonces detener durante horas un set entero, con extras, técnicos, los autos, todo porque Chaplin improvisaba, e improvisaba, una y otra vez, porque no quedaba contento con el resultado, y resulta obvio, ¿cómo hacer que el espectador entienda que una mujer ciega puede confundir a un vagabundo con un millonario? Hasta que se dio la luz con la escena donde el empieza a abordar todos los autos detenidos por el tráfico y cuando azota la puerta del coche para llegar a la acera, la florista lo confunde con el dueño del coche y le ofrece una flor... que escena tan hermosa. Toda la película es conmovedora, cuando vemos todo lo que tiene que hacer Charlotte por aquella mujer, no podemos sino llorar a lágrima tendida. Y esa escena final, donde él acaba de salir de prisión y es apedreado por unos niños y la florista, que ahora puede ver, va en su rescate y le ofrece una moneda... ¡¡¡carajo!!! ver a Charlotte queriendo escapar porque el sí sabe quién es ella y ella que lo ve por primera vez sin conocerlo, hago un parentessis, y es que esto es importante, porque en ese momento, todos estamos descubriendo a Chaplin también, a través de ella, todos somos participes de ver por primera vez, uno de los rostros más famosos de la historia de celuloide, ella se acerca y lo toma de las manos para darle la moneda y entonces lo reconoce, ah, que maravilla, su mirada fija en él, y Charlotte sonriente le dice: can you see know? esa frase que culmina y resume todo, porque no sólo se refiere a que si ahora puede ver con los ojos, sino que si ahora puede ver todo lo que él ha pasado por ayudarla, puesto que en ese momento Charlotte esta peor que cuando la conoció. Que hermosa película, me ha hecho llorar otra vez, y con ella me senté a ver, El Chico, Tiempos Modernos y todo cuanto tengo de Chaplin. Les comparto el momento donde se conocen para los que no la hayan visto:






La otra película que les quiero compartir es Le Concert, es una comedia ligera dirigida por Radu Mihaileanu, donde se nos muestra a toda una orquesta sinfónica que 30 años atras fueron declarados enemigos del estado y degradados a labores... digamos, menos artísticas. El director de la orquesta, que ahora es conserje del teatro principal de Moscu, mientras limpiaba la oficina del encargado del teatro, intercepta una invitación para dar un concierto en París. He aquí donde todo comienza: reunir a 50 músicos que no han ensayado, que digo ensayado, ni siquiera han tocado un instrumento en todos esos años, sacarlos de Rusia, llevarlos a París e interpretar uno de los más bellos conciertos para violín de Tchaicovski, todo en 2 semanas. Una gloria de comedia. De producción Rusia-Francia, con la participación de grandes actores, entre los que destacan Mélani Laurent, quién interpretara a Shoshanna en Inglorius Bastards. En verdad, es una película para no perderse y no hablo más porque ya me extendí demasiado, mejor los invito a ver estas dos glorias y que me comenten sus impresiones. Llevensela leve.


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